¡Más madera!

jueves, 3 de febrero de 2011

OT AGONIZA, BRINDEMOS


Ya era hora. Los últimos datos de audiencia son claros, el formato de fabricación en serie de ídolos para adolescentes sin cerebro va muriendo semana a semana.
Los motivos son muchos: desde los que echan de menos al antiguo presentador (Jesús Vázquez) o a aquel nuevo Don Cicuta (de los Supertacañones del 1,2,3) Risto Mejide, pasando por los que dicen que a la hora que lo emiten no pueden ver la gala entera y para eso prefieren no ver nada (manda huevos, que te digan a ti que solo puedes ver medio concierto de Metallica, a ver si dices, para eso prefiero no ver nada), hasta los que al fin han visto que la “cadena amiga” les estaba bombardeando año a año con una docena de artistas nuevos prefabricados y sin motivo alguno, (pongamos como motivo válido el que el artista mereciera la pena de verdad), o se han hartado de ello sin más.

La generación que aupó al éxito este formato de ‘Se Busca Estrella’, -que a mí siempre me ha recordado a los programas de la antigua radio y televisión en que buscaban por los pueblos a un niño que supiera cantar como Joselito o una niña que bailara como Lola Flores- ha pasado, y la que viene no parece querer tragarse tan fácilmente el caramelo que para unos ha supuesto la fama (véase Bisbal o Bustamante, pocos más de un total de ¿unos 150?) y para otros una gran frustración (el resto de los 150 de antes que se arrastran por verbenas, teatrillos y programas de dudosa calidad televisiva).

¿Qué trajo a la música OT? Aparte de a Bisbal, que vaya tela y una millonada para sus comediantes creadores y las cadenas que lo han emitido hasta ahora, OT en mi opinión (no jodamos…), fue como el intentar prohibir el fútbol en abierto, que hizo que todo el mundo sepa ya cómo ver todos los partidos que quiera gratis. En su caso OT desde la primera edición lanzaba un disco semanal con todo lo que pasaba en cada gala, y todos sus seguidores querían hacerse con ellos, pero ¿cuántos podían permitírselo o estaban acostumbrados a gastar tanto dinero en música? Muy pocos, lo que, presuntamente (gracias por esta palabra periodistas del corazón), los catapultó a Internet y a las mantas (desde entonces Top-manta) para hacerse con ellos. Luego vinieron los discos de cada uno de los artistas que participaron y así año tras año, doce artistas, doce discos, otro año, otro año, y “la mula” que no paraba de trabajar. Eso lo hemos terminado pagando todos.

Por eso ahora que veo que la nueva generación prefiere hacer caso a los artistas que, también prefabricados, pero estos en privado, se lanzan desde las plataformas habituales, radiofórmulas y programas de televisión, no puedo evitar alegrarme y brindar por el paulatino avance de la comitiva mortuoria que terminará con la exprimida gallina de los huevos de oro en la tumba que tanto tiempo lleva esperándola.
Sí, aquí recuerdo la portada del disco que unos visionarios como Los Mojinos Escozíos lanzaron allá por 2003, en pleno apogeo de los “triunfitos”, ‘Opera Rock Triunfo’ lo titularon y en su portada aparecía la gallina de los huevos de oro siendo estrujada por la mano de quienes, si Satán quiere, ahora la verán morir.

Lo único que me da pena es Pilar Rubio, rockera confesa, que desde que salió de La Sexta no levanta cabeza, haciendo lo que puede con los ridículos programas que la dan. Qué contrato habrá firmado esta chica… y lo que estará ganado, qué coño.

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