¡Más madera!

miércoles, 23 de febrero de 2011

(23F) EL IMPERIO CONTRAATACA*



Hoy no hay mucho que contar en el panorama musical, pero ya que estamos en una fecha tan destacada en la historia de España, no me he podido resistir a escribir unas líneas.
Hoy se “celebra” el día en que unos cuantos cabezas cuadradas pensaron que esto de la democracia no tenía muy buena pinta, hace treinta años.
Después de una república, un golpe de estado, una guerra de tres años (que ha dado para casi setenta de cine y literatura) y cuarenta años de dictadura, se muere Franco y cuando todo empieza a rodar, y hasta se había aceptado el retorno del Rey (mucho Tolkien, mucho Tolkien, pero eso solo pasa en España) y van a venir unos cuantos vestidos de verde a decir que se nos rompe España (¿de qué me suena eso?) pues mira, no.


Muy bonito lo de Valencia de sacar los tanques a la calle, el folclore español es lo que tiene, y en Valencia con los petardos no se andan con tonterías, tanques y fuera; pero al que dirigía todas esas marionetas (por marionetas me refiero a Tejero y cía.) no se le pasó por la cabeza el verdadero carácter español, el carácter que se dice que se plasmó en Juancar (más conocido como Rey) para decir: “oye mira… que va a ser que no”.
Unas palmaditas en la espalda, cabezas de turco a la cárcel, Gutiérrez Mellado apuntando a cinturón negro de judo, los curas y los americanos diciendo “uy qué susto…” guiñando un ojo… y así hasta el día de hoy.
Por cierto ¿a nadie le parece que todo fue una jugada para reforzar el papel de una monarquía que venía impuesta desde el régimen anterior ante la nueva sociedad demócrata española? Porque desde ese día al Rey aquí no le tose ni dios… En fin…

Como estamos en un blog de música me gustaría sacar “en estas fechas tan señaladas” un tema relacionado con esto de si se rompe España. ¿Existe el rock ESPAÑOL? Y ya que estamos ¿Existe España realmente?

Para mí sí, las dos cosas y me molesta bastante cuando los que escribimos de esto parece que huyamos del término “España” o “español” para remarcar una ideología.
El lado derecho de la política ya nos robó las palabras “nacional” y “nación”, que tanta connotación bélica tienen aquí, pero no deberíamos dejarnos robar el nombre que une en seis letras a todas las diferentes comunidades que forman este estado.
Ya he usado “estado”, “estado español”, uno de tantos supuestos sinónimos de España que se utilizan para no nombrar al país, como lo de la “Península Ibérica” (que mete en el saco a Portugal y casi, casi, a Andorra) o lo de “la piel de toro”, que a mí me suena más facha que el simple y llano “España”.
Que a todos nos rasca un poco al oírlo, es verdad, a mí también, pero eso es lo que no deberíamos permitir, porque precisamente las connotaciones bélicas a las que algunos acuden nos llevan a ver que también se murió por España en el bando vencido, por otra España, republicana y demás, pero España al fin y al cabo.
No habría que permitir que también se apropien de la palabra los que todavía piensan en aquello de “una grande y libre”… que tiene huevos lo de “libre”.

¿Y el rock español? Para mí está claro. En España hay una manera diferente de entender el rock al resto del mundo y cuando digo rock me refiero desde el rock melódico hasta el death metal, pasando por el punk y el heavy; desde Galicia a Murcia, de Extremadura a Cataluña y desde Euskadi hasta Andalucía tenemos un toque diferente y en ese toque muchos matices.
Y no me gusta tener que dar mil vueltas al diccionario para evitar decir “rock español” cuando quiera referirme a TODA la música rock de aquí, aunque luego, porque me de la gana, diga “rock estatal”, “rock peninsular” o el “rock de la piel de toro”.

Luego tenemos entes propios tan importantes como son el rock andaluz, vasco o catalán, por ejemplo, de los que hay que hablar específicamente.
Por respeto y cultura me parece evidente que si se habla de Triana, Kortatu o Sopa de Cabra se habla de tipos de rock diferentes, pero todos estos junto a Siniestro Total, Ilegales, Extremoduro, Leño, Barricada… forman una manera de entender el rock que solo se da en España y que luego ya se puede especificar entre rock, punk rock, heavy rock, metal… y matizar aun más con su correspondiente apellido toponímico, para señalar las diferencias y la evolución que en cada sitio ha tenido la música. Porque no es lo mismo Triana que Kortatu que Leño, eso está claro.

Que Euskadi no es España, que Cataluña no es España, que Galicia no es España, que Navarra no es España, Andalucía tampoco, Valencia tampoco, Asturias tampoco, las Islas, Ceuta y Melilla no te digo nada, Castilla, como es comunera, tampoco… ¿Al final España no existe? Pues cuando ganaron los futbolistas el mundial… ahí éramos todos españoles… si es que para tener una excusa para emborracharnos, nos la pintamos solos.

Reconozco las identidades propias del pueblo vaso, catalán, asturiano, gallego, andaluz, canario, valenciano… todos, pero joder, ahora que estamos con que si somos europeos, o latinos, que si el mundo no tiene fronteras… dejad que al menos musicalmente podamos decir que en España hay una forma de entender el rock que es única, que el rock español es único.

Puede haber quedado olvidado, pero aquello que decía el himno de la república (el de Riego y los hijos del Cid, sí, el que interpretó a la trompeta aquel cachondo en la Copa Davis demostrando lo importantes que somos los españoles en el mundo) aquello tan valeroso del estribillo “vencer, vencer o morir” para los que murieron defendiendo su idea de España está muy bien, pero son sus hijos y sus viudas (y demás) quienes se chuparon los cuarenta años de “la otra España” y sus nietos los que ahora parece que le tienen que tener miedo a esa palabra.

Y España, lo que los políticos entienden por España, si se rompe, que se rompa, que las fronteras son para los mapas y los tíos con traje, pero el rock hecho entre el Atlántico, Cantábrico y Mediterráneo, en general, quiero poder seguir llamándolo español sin tener que pensar en política, y quiero que cuando diga España se entienda que me refiero a algo más geográfico que político.
Por lo menos poder ponerlo una vez, leñe, que para las repeticiones ya tengo eso de estado español, península…

En su día corrió demasiada sangre como para que ahora nos dejemos comer la “tostá”.
He dicho.
(Jardín que veo, jardín que me meto)

* Canción de Los Nikis, ‘Marines a Pleno Sol’, 1986

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