¡Más madera!

miércoles, 21 de septiembre de 2011

BÜRDEL KING: Presentación, firma... y reflexión


Fnac Parquesur, Leganés, Madrid
 

Me picaba la curiosidad, no puedo negarlo. Después de tanto tiempo desde que se empezara a hablar de este proyecto tenía ganas de comprobar cómo se había llevado a cabo ese ideal más rockero y macarra que la nueva banda de Txus DiFellatio lleva por bandera.

Llegué pronto a la pequeña sala/bar que este centro comercial destina a la presentación de los más diversos eventos culturales, esperando la masiva acogida que se presume cuando este nombre, Txus, anda por medio, y me sorprendió encontrarme a media hora de que la presentación diera comienzo, con poco más de una veintena de seguidores. El número de asistentes fue en aumento, pero no llegó a cumplir las expectativas que me había creado, recordando que por ejemplo la presentación de otro nuevo proyecto como el de Rulo y La Contrabanda hizo que no cupiera ni un alfiler en ese mismo lugar.
Es posible que la cercanía de un evento similar en la céntrica plaza de Callao, para seguir con la presentación de este 'Ladran, Luego Cabalgamos', hiciera mella en la intención de los fans por acercarse a este punto del sur de Madrid, pero también es posible que el “efecto Txus” esté perdiendo fuerza. Habrá que verlo en próximas citas.
 
Parece que no paro de mencionar a Txus en lo poco que llevo escrito, cuando el resto de miembros de esta banda tienen en sí mismos un enorme peso específico, pero si los propios carteles del grupo que decoraban el escenario ya rezaban “el nuevo proyecto de Txus Di Fellatio” bajo la foto de los seis miembros, está claro que el que va a soportar el peso, las críticas y alabanzas, de este burdel va a ser el Bilbaíno.
Precisamente estos carteles, su web o el propio disco dejan ver el esmero que se ha puesto en la imagen del proyecto, que nos transporta a un idílico lupanar yankee en el que el humo y el alcohol se dispersan a golpe de teta. Un apartado, el de la imagen que parece será vital en este proyecto. Eso sí, unos llevan ese espíritu más dentro que otros por lo que pudimos ver.

Tras la prueba de sonido, en la que descubrimos que solo tendríamos con nosotros a cuatro de los seis integrantes de la banda y transcurrida la consabida media hora de retraso que se supone a artistas de este calado teníamos delante la versión acústica de Bürdel King.
Faltaron a la cita Alberto y Anono, ocupados con sus respectivas bandas “oficiales”, Hamlet y Stafas, pero allí teníamos por orden de aparición a Frank y a Txus, los Mägos, a Javi Díez, tremendo músico que ha pasado por las filas de Arwen, Ebony Ark, actualmente en Biosfear y colaborador habitual de Mägo de Oz y prácticamente el hemisferio izquierdo del cerebro compositivo de Txus; y Sergio Martínez, otro gran nombre del rock madrileño que ya estuvo en Mägo de Oz allá por 2003 y que antes había pasado por los añorados Ankhara y posteriormente formaría parte de bandas como Mr.Rock, Wayland, Belfast más recientemente y que volvió a primera línea de fuego uniéndose a la segunda acometida del grupo de Leo Jiménez, 037.

Tres guitarras, que en algún momento se hicieron demasiadas y la voz de Txus… la voz de Txus, qué decir. Según nos dijo llegaba mermado por la gripe, aun así hay dos formas de ver su voz: una, que es ideal para un proyecto que quiere ser árido, macarra y sucio, por así decirlo, pero por otro lado creo que pocos grupos le elegirían como vocalista en un… casting, lo que solventa con su carisma (para bien o para mal), tablas y ese tono cálido y calmado tan personal. Según dijo “habíamos pensado en suspender, pero es como si Yosi no actúa por no estar bien de voz”, que el buen humor no va a faltar en este grupo ya se veía desde el principio.

Eso sí, un par de consejos del amigo Jose en temas técnicos, de respiración, etc… no le vendrían mal, porque en los pocos destellos que nos dejaron ver del disco se adivinaba en la cabeza de Txus un pensamiento parecido a “quién me manda a mí meterme en estos jardines”. Faltaban ensayos y se notaba… no solo porque el cantante saliera con las letras escritas en un papel (lo que no extraña en alguien tan prolífico en palabras), pero las tres guitarras supieron salir airosas de cuantos desajustes se encontraron.

Decía que solo fueron algunos destellos del disco, concretamente tres, los que nos presentaron para que aquello no fuera solo una firma de discos.
Entre las constantes parrafadas del líder, algo que esperemos controle para futuras actuaciones más largas (aunque conociéndole…), el combo nos regaló “Inmaculada”, “El Sexorcista” y “La Luna En Ti”.
Si bien en el disco, como ya hemos comprobado, se logra la meta que la banda tenía marcada gracias a la electricidad y teclados, en acústico, especialmente el primer tema, quedó demasiado similar a una versión rockera de una reunión de seminaristas modernos, si estos le cantaran a una enorme vagina en la que uno se puede meter a merendar.
El toque de melodías de Mägo no está lejos y con la canción desnuda, por muchas guitarras que hubiera, parecía más algo perteneciente a ‘Héroes de Pacotilla’ que a un rockero burdel.

El segundo tema, “El Sexorcista”, mejoró mi percepción de esta versión acústica de los temas, me gustó más tanto en lo musical como en la letra, pero lo que más me gustaba según avanzaba el evento era ver al Txus real hablarnos de Txus DiFellatio, porque, como nos comentaba, lo que quiere es que esta banda sea un proyecto serio y creíble, para más o menos público, aunque a él y a sus letras no haya que tomárselos siempre muy en serio. Puso un ejemplo con la siguiente canción, la que ha sido el primer single del disco, aunque se le escapó, sin pensarlo, una comparación algo desafortunada. “La Luna En Ti”, dijo dentro del discurso sobre el Txus al que le gusta provocar, “es una canción muy Mägo, una canción muy moña –hasta aquí la parte desafortunada si se saca de contexto como de hecho estoy haciendo- es el single de este proyecto tan macarra, para que me pongan verde en los foros del Basa y…”. Los foros metaleros, eso sí que es un lupanar de opiniones.

Así transcurría y terminaba la presentación con Txus asfixiado previo paso por backstage para volver luego a afrontar la firma de discos y ráfagas de fotos a las que siempre (y es algo que hay que subrayar para alguien que ya está en otra liga) se muestran prestos y solícitos.

Antes de terminar quería volver a las palabras de Txus en las que decía “a mí no hay que tomarme nunca muy en serio”, en las que vi un discurso cercano y sincero sobre el personaje que se ha creado. Pero pensando en lo que pasó con la portada del octavo número de HeavyRock Estatal, ya sabéis, aquel que titulaba “¿Adios a Mägo? Txus sale del armario”, se me ocurren un par de cosas al respecto.
El músico mostró su malestar con aquella portada y la insuficiente rectificación de dicho medio, anunciándose incluso posibles acciones legales… vuelve aquí esa frase, ¿lo tomamos en serio? Quizá fuera yo realmente el único que me suponía un éxito arrollador de este proyecto y el mismo Txus buscara la polémica (a la que nunca ha hecho ascos) para tener un poquito más de promoción que tampoco le venía mal a la revista… o quizá sea todo cierto y la amistad que había entre ambos lados de Oz, me refiero a Txus y a la dirección de Heavy/Rock, haya estado siempre bailando en un fino alambre del que finalmente los dos hayan decidido tirarse… o unirse más para tratar de seguir bailando sobre el mismo alambre. Pero, en realidad, hoy en día ¿a quién le importa esto? Si se buscaba la polémica parece que no ha durado ni servido demasiado y que la opinión del público rockero (más o menos joven) sigue sin ser material maleable.
¿La cultura clínex también ha acabado con la relevancia de las polémicas entre músicos, o entre músicos y medios?

El caso es que ya tenemos un nuevo proyecto en marcha que ahora me plantea el reto (a mí tampoco me toméis muy en serio casi nunca) de asistir a un concierto “enchufado” para comprobar si este Bürdel realmente es el King o se queda en lo que se quedó ‘La Ciudad de Los Árboles’, porque el mismo discurso del sabor del bourbon, el cigarro en la boca, los antros de calles oscuras y demás ya lo oímos cuando los de Oz quisieron salir del ambiente tan cerrado que se creó con los ‘Gaia’.

Quizá Mägo de Oz ya es más grande, o tiene más entidad que sus propios miembros, como un Frankestein rockero que ha marcado su propia personalidad por encima de las diferentes piezas de las que estaba hecho, provocando que dos de sus partes principales busquen saciar sus necesidades más primarias con un nuevo proyecto.
También puede que esto signifique más tiempo para los demás mägos y que volvamos a tener un disco en solitario de Jose, por ejemplo… tantas cosas hay en el mundo de Oz…

Esta tarde (21 septiembre) los tenéis en Callao, en la Fnac, pasaros y me decís vuestra opinión de Bürdel King.