¡Más madera!

jueves, 28 de abril de 2011

PREMIOS DE LA MÚSICA (Lentejuelas III)

Ya se han hecho públicos los resultados de los premios de la música española que se entregarán el próximo 18 de mayo.
Los habituales del blog recordarán la entrada que publiqué cuando se publicaron los finalistas, en la que hacía una pequeña quiniela en los apartados que más nos interesaban. Pues bien, contra todo pronóstico, parece que la situación de ambigüedad del público, que hace que cualquier maniobra comercial sea una estupidez, ha hecho que se empiece a valorar como se debe algunos de los verdaderos mejores trabajos que se han hecho este año.
Aquí os dejo la quiniela que hice en su día y el resultado final en los siguientes apartados:

Premio
Lo que me gustaría
Lo que aposté
Los premiados
Autor revelación

Supersubmarina
Alex Ferreira

La Shica
Artista revelación

Miss Caffeina
La Shica

La Shica
Mejor canción

M-Clan
Dani Martín

J. M. Serrat

Mejor álbum

Rosendo
M-Clan

Rosendo
Mejor álbum rock

Rosendo
Ariel Rot

Rosendo
Mejor álbum rock alternativo

Jose Ignacio Lapido
Los Planetas

Los Planetas
Mejor álbum hip-hop

ToteKing
La Mala Rodriguez

La Mala Rodríguez
Mejor tema música electrónica

Me da igual
Delorean

Delorean
Mejor álbum flamenco

Cualquiera vale
Morente

Morente
Mejor álbum m. tradicional

Luar na Lubre
Kepa Junkera

Kepa Junkera
Mejor video musical

Fito & Fitipaldis
Fito & Fitipaldis

Fito & Fitipaldis

Productor artístico

Carlos Raya
Carlos Raya

Suso Sáiz
Técnico de sonido

Carlos Raya
Bori Alarcón

Carlos Raya
Banda sonora

Mastretta
Alberto Iglesias

Alberto Iglesias

Los motivos que me llevaban a estas predicciones ya los expuse en la entrada anterior (os dejo el enlace aquí).
Enhorabuena a los premiados, especialmente al maestro Rosendo, que se lo merece (y confirma la calidad que expusimos todos los que tuvimos acceso al disco en el momento de su lanzamiento). Esperemos que a tosos les sirva de algo.

lunes, 25 de abril de 2011

¡¡¡HEAVY/ROCK ESTATAL Nº7!!!


Al fin está en la calle el motivo principal que hizo que el blog sufriera un par de semanas de inactividad.

La revista que se lleva todo mi sudor y mis sonrisas lanza su séptimo número, que como le pasa a los músicos, es el que más orgulloso me tiene.

Diréis ¿la haces tú solo o qué? No, claro que no, la redacción de Heavy/Rock al completo se vuelca en cada número, pero tengo muchos motivos para descorchar el cava con cada número que sale a la calle.

El principal es ver plasmado en papel, algo que a los románticos nos sigue gustando más que las pantallas del ordenador, las experiencias, las charlas y escuchas que han sido mi vida durante las últimas semanas.

Habrá quien algunas entrevistas no las lea, quien se fije en las fotos y los titulares solamente… pero todo lo que encontraréis en ella tiene el mismo esfuerzo. Con las mismas ganas y entusiasmo entrevisto al Rulo (que va en portada) como a Lobesia, a La Fuga como a 69 Revoluciones o a Cronómetrobudú, e incluso todo se incrementa al ver la nueva ola de rock que surge desde Madrid con Calibre Zero, Steel Horse, Wild, Baphomet o Manuel Seoane entre otros. Fetus in Feto, Regresion, Kaxta... tantos que me dejo alguno en el tintero, Kondena, Cardiac, La Dama Oscura, 037, Patente de Corso, Anteia, Faltones... El aprendizaje que sale de cada conversación con Javier Vargas, Josele Santiago o Fernando (Reincidentes), el genuino carácter de los chicos de Gatillazo, ver cómo se gesta lo nuevo de Marea y detalles de esos que hacen que todo merezca la pena, como conocer a un ídolo de la gran pantalla como Luis Tosar, que ahora lanza el primer disco de su grupo Di Elas. También estuvimos de cumpleaños con Obús, Lujuria, Porretas y Def Con Dos, personalmente gocé de la conversación con el Drogas, con Brigi (Koma), asistimos al renacer de Sôber… de Viga, de Guadaña... Un placer que se ha intentado reflejar en cada una de las entrevistas que os ofrecemos.

Habrá quien solo se fije en la puntuación que le damos a los discos y lea solo las reseñas de los más destacados, pero cada uno de ellos se ha llevado unas horas de la vida de nuestros oídos, forman parte ya de nuestra existencia en mayor o menor medida, y todos merecen el máximo de puntuación, pero claro, luego hay que poner una nota que intentamos ajustar a la experiencia de cada escucha.

Con las crónicas de los conciertos pasará lo mismo. Iréis a las que más os llamen la atención, a las que estuvisteis también vosotros, a las que os hubiera gustado ir… pero todas tienen dentro la parte más literaria de cada uno de nosotros, las gotas de sudor que caían mientras hacíamos las fotos o tomábamos notas para que no se nos escapara nada que pudiera interesaros.

Está todo ahí, cada noticia que a nosotros mismos nos hizo arquear las cejas y abrir los ojos como platos… cada banda que se confirmaba en los festivales... y que ahora llega a vuestras manos con dos fines, informaros de todo lo que llega a nuestros oídos y… el principal, que lo disfrutéis aunque sea la mitad que lo hacemos nosotros.

Muchas noches de insomnio, muchos días de patear las calles, muchas llamadas, muchos amigos y muchas experiencias que debéis hacer vuestras a través de cada página.

Lo dicho, a disfrutarla…

martes, 19 de abril de 2011

FUE BUENA IDEA QUEDARME EN MADRID (II)


Como comentaba en la entrada anterior también el sábado fue para enmarcar.
La cita no era rockera, pero vaya si mereció la pena.
Un lavado de orejas nunca viene mal y si encima viene contrastado internacionalmente (que nunca se sabe si eso es bueno o malo) pues mejor que mejor.
Llevaba tanto tiempo buceando en el rock que ya creía que más allá de la garganta de Leo Jiménez solo estaba el cielo o el infierno, según se mire, y no, hay voces que han logrado llegarme tan dentro como la del fuenlabreño. (He dicho voces, a ver esas risitas tontas…).


Hace ya unas semanas recibimos la llamada de un familiar que nos invitaba a ver un musical, otra de las cosas que no se pueden rechazar estando las cosas como están, tanto los bolsillos de unos como los precios de otros. Los Miserables (no me aguanto a hacer la broma estúpida) los de Víctor Hugo, no los de Elliot Ness… nada menos. Y después de la función no me saco cada una de las canciones de la cabeza.
No es algo barato como para recomendar alegremente, pero el que pueda hacer el esfuerzo no se arrepentirá.
El teatro llevándole la contraria a la dichosa crisis estaba lleno a rebosar y cuando nos sentamos y el libreto llegó a mis manos he de confesar que busqué en el reparto esperando encontrarme alguna sorpresa… y la encontré, resulta que uno de los personajes importantes lo interpretaba el “chiquitito eurovisivo”, Daniel Diges… en fin, me encomendé a los infiernos y las luces se apagaron.

Jean Valjean
Me esperaba que música en directo y voces del calibre de las que teníamos delante me fueran a impresionar, pero no esperaba que tanto. Desde el primer momento te ponen los pelos de punta, lo admito. Cuando te acostumbras a las letras, que en algún momento me resultaron algo… no se, la adaptación del texto tenía algún pero, pero no dejó que las voces principales se encogieran en ningún momento.
Me llevé la sorpresa de que uno de los temas principales era el que tantos zapping machacaron con Susan Boyle soportando las risas previas a su interpretación en Britains Got Talent. Incultura que uno ha tratado de corregir convenientemente, ya no hay quien me chiste a la hora de reconocer las notas de “Sale el Sol”, “La Canción del Pueblo”, la propia “Soñé una Vida” o el aporte humorístico del personaje “Amo del Mesón”, un buen toque para una historia de tal seriedad.


Gerónimo Rauch
El protagonista lo borda, no había oído a nadie dar registros tan graves y tan agudos en mi vida (sí, voy poco a estas cosas, y a la ópera menos), Gerónimo Rauch se llama el encargado de dar vida maravillosamente a Jean Valjean (23623, antes 24601 por lo que he podido averiguar. Con la traducción cambió el código postal del preso…). No pude evitar buscar más información y me lo he encontrado protagonizando Jesucristo Super Star, ya tiene un fan más.
El resto del elenco también lo borda, está claro, no esperaba menos en un evento así, quizá con los peros de la sobreactuación (quizá tiene que ser así) de Diges, y la complicada tarea de Javert, con pasajes en los que la música va a pequeños saltos que no favorecen el ensamble con la voz.
Pero fue una pasada, duelos vocales tremendos, emotivas escenas, el apabullante peso del coro cuando todos los personajes se unen… la propia historia, claro… y el montaje.

Lo del montaje es flipante. Tanto mérito tienen los actores como los encargados de la escenografía y unos efectos de luces que nos dejaron a todos clavados. La sincronización técnica en la escena en que Jean Valjean carga a Marius por las alcantarillas es para no volver a pestañear en un par de semanas (yo ya he comprado el colirio) y la muerte de Javert… bueno, hay que verlo, porque no te esperas estas cosas sobre las tablas de un escenario.
El trabajo de los niños es impresionante, las encargadas de dar voz a Fantine, Cossete y Èponine, sobre todo esta última desgarradora, y algo menos la segunda (la chica se sale, ¡pero es que con este nivel!), te los llevas a casa para toda la vida.
El pueblo liderado por D.Diges

En fin, creo que ha quedado bastante claro que me gustó… y que os recomiendo la experiencia, o al menos la escucha, porque otra alegría me la ha dado Spotify cuando he visto que la obra completa está ahí colgada.
Y sí, luego para compensar nos fuimos a cenar viendo el Madrid-Barça… Que lo de “pan y circo” abarca muchas posibilidades…
La oferta cultural de Madrid sigue siendo impresionante y en ella cabe ver el viernes a La Fuga quemando un escenario a base de rock’n roll y el sábado acariciar tus oídos con una de las más impresionantes obras que he visto (que tampoco son tan pocas, leñe).
Gracias a… (Dios, Satán, elige) la ovación fue larga y merecida, y aunque me eché a temblar cuando vi que Diges se llevaba una especial, luego me alegré de que no todo el mundo hubiera acudido solo a su reclamo cuando mi desde ahora idolatrado Gerónimo Rauch salía a recibir su reconocimiento y el teatro entero se ponía en pie para recibirle (qué dados somos ya a estas cosas).

Lo dicho, si podéis no os lo perdáis. Imagino que hay tiempo, que estas cosas se tiran en cartel años, pero eso dije yo la última vez que estaba Jesucristo Super Star en la Gran Vía y al final me lo perdí.
COJONUDA, vuelvo al rock, pero me lo pasé como un enano, nadie que ame la música podrá decirme lo contrario.

FUE BUENA IDEA QUEDARME EN MADRID

Pues sí, lo digo porque después de dos semanas dedicadas en cuerpo y alma al rock’n roll se me pasó por la cabeza irme una temporada a enclaustrarme en un monasterio, que no fuera el de Silos, que ahí también cantan. Pero tenía una cita pendiente el sábado y para el viernes “recibí la invitación de los colegas pa’volar”. Cómo rechazar ver a La Fuga en Madrid, a esta nueva fuga que me llevó de sorpresa en sorpresa incluso antes de entrar en La Riviera.
La primera sorpresa no fue agradable, al llegar el río de gente que me esperaba a las puertas del recinto solo eran pequeños grupos de gente sentados a la orilla del río, la fecha en la que estábamos no se me había pasado por la mente y parecía que el principio de las vacaciones de semana “santa” iba a hacer mella en la afluencia de público que todos esperábamos para un grupo que en la capital ya había roto el complejo de llenar un pabellón como el Palacio de los Deportes. Pero esa ya es otra historia. Entramos y el aspecto del local no era demasiado alentador, algo que trato de explicarme con el motivo de que un tiempo excesivo dentro de cualquier sala madrileña se traduce en un palo al bolsillo demasiado serio, y en este caso apurar unas cervezas en la puerta es hasta recomendable.

La asistencia fue mejorando mientras se acercaba el inicio del concierto y si algo no ha cambiado es el heterogéneo público del grupo, que sigue reuniendo a rockeros de pura cepa y otras tribus menos urbanas que saben que bajo el nombre La Fuga la diversión está asegurada.
A partir de aquí todo fueron parabienes. Desde el principio esto ha cambiado, el carácter es diferente hasta para empezar el concierto, aquello de “desde Reinosa…” ha desaparecido a favor de una intro new age, al uso de tantos grupos, y un inicio directo a la yugular con el tema que abre el disco que venían a defender, “Gripado Corazón”. Segunda sorpresa positiva, en una sala en la que nadie suena bien, o casi nadie, tiraron por la calle de en medio, todo a tope, y desde el primer acorde todos hicimos ademán de recibir un fuerte golpe en la cabeza, como así fue cada guitarrazo.
Dejaré de enumerar sorpresas, principalmente porque la siguiente no lo era tanto. La Fuga vino a confirmar una ley del grupo desde sus inicios: sus directos se meriendan a sus discos. Si ‘Raíces’ te provocó un fuerte contraste entre la faceta más cañera de sus temas y la voz tan limpia de Pedro, que requirió un par de escuchas para situarla bien, el directo… el directo es rock’n roll desde un extremo al otro del escenario.
La profesionalidad salió de las cabezas de los cuatro miembros del grupo para levantar una noche difícil y lo hicieron con tres certeros disparos, “Buscando En La Basura”, “Majareta” (va a ser imposible que Pedro encuentre palabras para introducir alguno de estos temas que no nos recuerden a nadie) y “El Manual”, nunca mejor dicho, de manual. Fueron a degüello. A reventar desde el inicio.

Las viejas canciones sonaron con un peso tremendo, llegando a que algún inicio fuera difícil de reconocer por la caña que especialmente la guitarra de Nando ha decidido imprimir. Si Pedro se desenvuelve bien en escena, a sus dos lados tiene el goce personificado de dos formas diferentes. Nando quiere más, más caña, más rock, más rabia, en cada solo lo demuestra, en cada nuevo arreglo que le ha metido a los temas. Raúl, a cuyo bajo tanto debe este refresco sonoro, es un cometa que recorre cada centímetro del escenario regalando una sonrisa, aplastando con sus cinco cuerdas y haciendo que parezca que se pasa todo el concierto tocando el “Master of Puppets”. Una máquina. ¿Edu? Edu a lo suyo tras los parches, que suficiente tiene con sustentar todo el peso que ahora nos están lanzando a golpe de baqueta.

“Sola” nos devolvía a las nuevas “raíces” con intensidad y un filo que no encontrarás en el plástico. Pero si hablamos de raíces “Pedazo de Morón” no lo puede ser más en este grupo. Posiblemente el contraste con el tema anterior fuera acusado, pero para poner a la gente a bailar no hay otro como este. Seguían con apuestas seguras, parecía que cualquier tema podía ser un cierre de concierto, si no fuera porque La Fuga tiene ese puesto reservado desde hace mucho tiempo a un tema muy claro. Siguieron “Sueños de Papel” y “Miguel”, lo dicho, la peña disfrutando y cantando como locos, el número de público había ido subiendo y temas como estos hacían que todo se multiplicara un par de veces.
Se preparaban las guitarras acústicas. Pedro nos hace un breve comentario sobre la intensa etapa que se ha reflejado en ‘Raíces’ y como ejemplo nos traen “Espinas de Cristal” que no podría decirse que empezó un set acústico, ya que esta nueva balada se enfrentó a la más clásica de su repertorio, “La Balada Del Despertador”… pero este despertador ya no es el mismo. Nando recuperaba para los temas antiguos la Strato y para la ocasión le metió unas líneas eléctricas al tema que lo pusieron patas arriba. Los puristas pensarían “qué barbaridad de sonido”… y pensándolo bien los menos puristas ¡pensamos lo mismo! Pero para bien. Un nuevo color que se agradeció.

Pedro se acerca a las primeras filas con sonrisa picarona, Nando recupera la Les Paul a la que suma lo que Peter Griffin llamaría “ese aparato que hace whahuwhau” (capítulo de Padre de Familia con colaboración de Peter Frampton) y otros llaman talk box. Y literalmente nos cae encima el single “Ganas” convertido en un ataque de bombarderos. Este tema sí que supo hacer buen uso del atronador sonido que nos estaban ofreciendo y las propias ganas que comentábamos por parte de Nando se tradujeron en una locura de solo a la americana, dando vueltas, tirándose por el suelo, con un sabor a rock sucio (en el mejor de los sentidos) y árido al que se sumó más tarde el resto del grupo con un momento instrumental “guiri” para hacer a todo el público gritar al unísono. Los veloces dedos de Nando han estado demasiado tiempo a la sombra y en cada oportunidad se ve que quiere decir “aquí estoy yo”. Todo esto se enlazó con “Las Olas” y otra pareja de infalibles como “Trampas Al Sol” y “Baja Por Diversión”.

Se me olvidaba comentar algo del heterogéneo público “fuguero”. A mí me parece bien, cuantos más se acerquen al rock mejor, pero se nota mucho quién y cuántos son rockeros y quién y cuántos no. La falta de respeto a los temas acústicos, que los rockeros paladeamos en silencio para los no rockeros son canciones más habituales y se dedicaron a charlar alegremente en un momento tan sentido. Y durante el tema instrumental… la entrega de garganta no es la misma ni por asomo. Pero todo tiene solución y penitencia con un par de conciertos más.
Pedro -Eyeliner- nos comenta la participación en el disco de esas raíces que han sido (para todos) Los Suaves y Barricada y nos cae el tema que debía hacer lo que dice su título, precisamente cayendo el concierto en Madrid en viernes (¿casualidad?) y “Arde el Viernes” prendió la mecha para sacar hasta al más parado de su rincón (¡Fuego!).
El final se iba acercando y el disco nuevo ya había dicho todo lo que tenía que decir. Si hasta ahora habíamos disfrutado de clásicos del grupo lo que nos quedaba por delante era de traca. Primero una de las que más sentimiento encierran “Por Verte Sonreír” que se veía también endurecida y electrificada hasta el límite, después otra ineludible (son tantas…) como “En Vela” y cuando creíamos que el tobogán nos llevaba al inexorable final, una que no me esperaba (no se porqué) “Heroína”, introducida con las palmas que lleva su espíritu original. Qué pedazo de canción. Y antes de dejarnos solos para reflexionar sobre un concierto sin descanso alguno no podía faltar “Pa’Volar”. Si hubo quien se daba por contento sería por algo, pero sabíamos que algo quedaba dentro del cargador.

Cambio de imagen sobre todo del frontman, que pasa de la elegante estética yankee a la más propia de esas “raíces” y como al Quijote nos atacan “Los Molinos” y dentro de estos ‘Asuntos Pendientes’ (no lo habíamos echado de menos con tanto clásico que disfrutar) seguía habiendo tiempo para armar “Jaleo”. Solucionados los asuntos pendientes (¿cómo es posible que no echáramos en falta el disco más reciente? Sigo pensándolo) las casi dos horas de concierto (¿será por eso? Casi dos horas de concierto y ningún tema de ese disco y seguro que alguien echó de menos algún otro anterior…) se cerraban como tiene que ser, con la guitarra de Pedro arrancando los dos sencillos acordes que nos meten de lleno en “P’aquí, p’allá” con dos explosiones de confeti que alteraron todavía más si cabe el final de un concierto labrado a pulso por los cuatro músicos que teníamos delante.

Solo me ha quedado una duda, saber si en una fecha menos conflictiva hubiéramos sido más los que nos dejamos el sudor en el suelo de aquella sala, aunque después de ver el camino que La Fuga ha decidido tomar, lo tengo bastante claro, la verdad. Hace poco se lo pregunté a ellos mismos ¿se aleja La Fuga del rock urbano? (¿vamos del kalimotxo al whisky? Me faltó). No creo que haya que esperar mucho tiempo para ver que la respuesta es un sí del tamaño de una catedral.

(La noche se alargó un poquito más, pero esa es otra historia...)

jueves, 14 de abril de 2011

CON UN PAR DE LADRILLOS*

Se me olvidó avisar, culpa mía. El blog ha sufrido un parón importante debido a pequeños cambios que estoy realizando en él y a que estas dos últimas semanas el rock cara-a-cara ha ocupado mi atención veinte horas diarias...
En cuanto recupere fuerzas, o mal/gaste las pocas que me quedan, la actividad volverá al blog con sorpresas y novedades, ¡qué sería de lo uno sin lo otro!
Gracias muchachos.
...Y feliz día, que aunque habrá que esperar... no hay dos sin tres!
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*Segundo disco de Viga, 2006