Otra vez distintos proyectos y eventos me han apartado un poco del blog, todo ha sido por una buena causa y a partir de hoy espero no volver a faltar a la cita con todos vosotros.
Retomo la actividad del blog precisamente con algo que dije que no iba a hacer, pero que por una vez me parece que estaba obligado, ya que lo que voy a comentar es el disco que me ha acompañado durante las últimas semanas, en casa, en el coche, en todas partes.
Hace ya unos cinco años recibí la primera maqueta de un grupo que empezaba a dar sus primeros pasos y pese a la calidad propia de estas primeras grabaciones… tenía algo que me enganchó, una originalidad y frescura de ideas que con el paso del tiempo se han ido concretando, madurando… un proceso que me alegra haber podido presenciar en primera persona en muchos de sus directos. Un par de años después me llegó su segunda grabación, ‘A Tunnel To The Mind’ y… me serviré de una metáfora gastronómica para describir lo que ha sido el camino hasta este primer disco: en la primera grabación pudimos ver todos los ingredientes que tenían y todas las dosis con las que prepararon un buen gazpacho, pero todo estaba frío y crudo. En la segunda los ingredientes se ampliaron, las ideas para mezclarlos mejoraron, pero el plato se cocinó en un microondas y nunca puede ser lo mismo que lo que ahora nos presentan. Han encontrado la cocina adecuada para el plato que querían servir (TMF Studios), un chef con buenas recetas en su historial (Alex Cappa) y la materia prima era la mejor. El resultado, ‘Paradise Paradox’, una delicia para los que saben degustar buen metal, cargado de olores y sabores conocidos pero nunca antes preparados de esta manera, innovando en un terreno tantas veces labrado como el metal más agresivo.
Hablo de metal agresivo porque cualquier parecido con términos como thrash-death o metal extremo, es pura coincidencia.
Hace tiempo que nos hemos acostumbrado al buen hacer de las bandas del underground español, pero lo que hacía falta era precisamente lo que estos cinco chicos desbordan por todos los poros ¿calidad? Eso también, pero lo más importante es la originalidad de cada una de sus canciones, incluso diría que de cada una de las partes de sus canciones.

El siguiente tema es “Murder, Slavery and Incestous Rape”, a la que hay que recibir con alfombra roja, pues si la primera ya es buena, esta es una pasada (sensación que puede repetirse según gustos con cada tema). Los nombres de quienes han hecho a estos tíos dedicarse a la música siguen estando ahí, pero pocas veces podrías decir “esto se va a Sepultura, esto a Metallica, esto a Tool, esto a Kyuss, esto a…” porque en cuanto lo vayas a decir te pegan un giro que te parte por la mitad. Un buen ejemplo es lo que en otras bandas se llamaría estribillo y que en WAF pasa a ser una parte de la canción que va y viene provocando una gran sensación de adicción, como es el caso de este tema que mejora en cada minuto (antes y después del solo es espectacular).
Otro detalle que no se me ha de olvidar es que los solos de guitarra saben hacerse un hueco y destacar, cosa que muchas de las bandas actuales han decidido olvidar, y eso no puede ser…
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Foto: Luis "Perejil" |
En todo el medio del disco aparece “Fragile”, un tema más lento al principio, que puede recordar a Tool en algún momento, pero tampoco… muy intenso, que va cogiendo más y más fuerza hacia el final dejando cierta sensación de no haber terminado de atar todos los cabos, lo que sí hacen el resto de los temas. Pero engancha, ya te digo que si engancha.
Pero donde se manejan como tiburón en el agua es en la caña y ahí volvemos con “System Failure”, además a toda máquina, dejando claro que si quieren te pueden matar con un corte más puro de cualquier género, thrash, death… pero WAF siempre va un poco más allá y ninguno de sus miembros se puede encorsetar musicalmente. Con un rápido vistazo a las líneas de bajo, a las explosiones y juegos de platos que vienen desde la batería, los solos y la expresividad de sus dos guitarras y su personalísima voz, queda claro que aquí para lo que no ganan es para sorpresas para el oyente.
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Foto: Luis "Perejil" |
El disco propiamente dicho lo cierra el desgarrador “Paradox”, pero como diría Súperratón “no se vayan todavía, aún hay más”, y lo que queda te va a gustar sí o sí.
Nuevamente hay que aplaudir a la banda a la hora de desahogarse haciendo una versión: primero por no incluirla dentro de “la obra principal” que se abre y cierra de manera muy clara y después por la elección y cómo afrontar el hacer una versión. Desde hace algunos años en sus directos venían sonando un par de versiones, nunca fueron las típicas, aunque una sí buscaba la complicidad de su público, “Slave New World” o más recientemente “Refuse/Resist” de Sepultura (que las clavan), pero la segunda siempre sorprendía y lo hará ahora a todos los que se acerquen a ellos por primera vez. Se trata de un corte que prácticamente pasó desapercibido de manos de sus autores originales y que prácticamente hacen suyo. Hablamos del “Tourette´s” de Nirvana al que le aportan más caña, más precisión y una visión más certera, cerrando el disco con un sabor de boca inmejorable.
Se me olvidaba comentar algo importante, y es que un paseo por sus letras es más que recomendable para que la escucha sea total, ya que el grupo da la importancia que se merece este apartado y es otro de sus puntos fuertes.
A partir de ahora los vais a tener descargando adrenalina y metal por todos los rincones del estado así que permaneced atentos.
Os dejo aquí el making off con el que nos presentan el disco para que los vayáis conociendo.
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