¡Más madera!

martes, 19 de abril de 2011

FUE BUENA IDEA QUEDARME EN MADRID (II)


Como comentaba en la entrada anterior también el sábado fue para enmarcar.
La cita no era rockera, pero vaya si mereció la pena.
Un lavado de orejas nunca viene mal y si encima viene contrastado internacionalmente (que nunca se sabe si eso es bueno o malo) pues mejor que mejor.
Llevaba tanto tiempo buceando en el rock que ya creía que más allá de la garganta de Leo Jiménez solo estaba el cielo o el infierno, según se mire, y no, hay voces que han logrado llegarme tan dentro como la del fuenlabreño. (He dicho voces, a ver esas risitas tontas…).


Hace ya unas semanas recibimos la llamada de un familiar que nos invitaba a ver un musical, otra de las cosas que no se pueden rechazar estando las cosas como están, tanto los bolsillos de unos como los precios de otros. Los Miserables (no me aguanto a hacer la broma estúpida) los de Víctor Hugo, no los de Elliot Ness… nada menos. Y después de la función no me saco cada una de las canciones de la cabeza.
No es algo barato como para recomendar alegremente, pero el que pueda hacer el esfuerzo no se arrepentirá.
El teatro llevándole la contraria a la dichosa crisis estaba lleno a rebosar y cuando nos sentamos y el libreto llegó a mis manos he de confesar que busqué en el reparto esperando encontrarme alguna sorpresa… y la encontré, resulta que uno de los personajes importantes lo interpretaba el “chiquitito eurovisivo”, Daniel Diges… en fin, me encomendé a los infiernos y las luces se apagaron.

Jean Valjean
Me esperaba que música en directo y voces del calibre de las que teníamos delante me fueran a impresionar, pero no esperaba que tanto. Desde el primer momento te ponen los pelos de punta, lo admito. Cuando te acostumbras a las letras, que en algún momento me resultaron algo… no se, la adaptación del texto tenía algún pero, pero no dejó que las voces principales se encogieran en ningún momento.
Me llevé la sorpresa de que uno de los temas principales era el que tantos zapping machacaron con Susan Boyle soportando las risas previas a su interpretación en Britains Got Talent. Incultura que uno ha tratado de corregir convenientemente, ya no hay quien me chiste a la hora de reconocer las notas de “Sale el Sol”, “La Canción del Pueblo”, la propia “Soñé una Vida” o el aporte humorístico del personaje “Amo del Mesón”, un buen toque para una historia de tal seriedad.


Gerónimo Rauch
El protagonista lo borda, no había oído a nadie dar registros tan graves y tan agudos en mi vida (sí, voy poco a estas cosas, y a la ópera menos), Gerónimo Rauch se llama el encargado de dar vida maravillosamente a Jean Valjean (23623, antes 24601 por lo que he podido averiguar. Con la traducción cambió el código postal del preso…). No pude evitar buscar más información y me lo he encontrado protagonizando Jesucristo Super Star, ya tiene un fan más.
El resto del elenco también lo borda, está claro, no esperaba menos en un evento así, quizá con los peros de la sobreactuación (quizá tiene que ser así) de Diges, y la complicada tarea de Javert, con pasajes en los que la música va a pequeños saltos que no favorecen el ensamble con la voz.
Pero fue una pasada, duelos vocales tremendos, emotivas escenas, el apabullante peso del coro cuando todos los personajes se unen… la propia historia, claro… y el montaje.

Lo del montaje es flipante. Tanto mérito tienen los actores como los encargados de la escenografía y unos efectos de luces que nos dejaron a todos clavados. La sincronización técnica en la escena en que Jean Valjean carga a Marius por las alcantarillas es para no volver a pestañear en un par de semanas (yo ya he comprado el colirio) y la muerte de Javert… bueno, hay que verlo, porque no te esperas estas cosas sobre las tablas de un escenario.
El trabajo de los niños es impresionante, las encargadas de dar voz a Fantine, Cossete y Èponine, sobre todo esta última desgarradora, y algo menos la segunda (la chica se sale, ¡pero es que con este nivel!), te los llevas a casa para toda la vida.
El pueblo liderado por D.Diges

En fin, creo que ha quedado bastante claro que me gustó… y que os recomiendo la experiencia, o al menos la escucha, porque otra alegría me la ha dado Spotify cuando he visto que la obra completa está ahí colgada.
Y sí, luego para compensar nos fuimos a cenar viendo el Madrid-Barça… Que lo de “pan y circo” abarca muchas posibilidades…
La oferta cultural de Madrid sigue siendo impresionante y en ella cabe ver el viernes a La Fuga quemando un escenario a base de rock’n roll y el sábado acariciar tus oídos con una de las más impresionantes obras que he visto (que tampoco son tan pocas, leñe).
Gracias a… (Dios, Satán, elige) la ovación fue larga y merecida, y aunque me eché a temblar cuando vi que Diges se llevaba una especial, luego me alegré de que no todo el mundo hubiera acudido solo a su reclamo cuando mi desde ahora idolatrado Gerónimo Rauch salía a recibir su reconocimiento y el teatro entero se ponía en pie para recibirle (qué dados somos ya a estas cosas).

Lo dicho, si podéis no os lo perdáis. Imagino que hay tiempo, que estas cosas se tiran en cartel años, pero eso dije yo la última vez que estaba Jesucristo Super Star en la Gran Vía y al final me lo perdí.
COJONUDA, vuelvo al rock, pero me lo pasé como un enano, nadie que ame la música podrá decirme lo contrario.

2 comentarios:

  1. No hay tanto tiempo... termina en Madrid el 24 de julio!!

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  2. Ayer estuve yo... maravilloso. Debe hacer 20 años desde que lo vi en Madrid y me gustó, pero este montaje 2011... ¡Hay que verlo! Por cierto, el único pero que le puse yo también fue que el personaje de Diges parecía sobreactuado. :-)
    Nada que ver con esto (salvo el género) pero no te pierdas AVENUE Q que también se acaba ya mismo!
    Salud
    Niño B

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